El 26 de abril de 1990 la Cámara de diputados de la nación sancionó la Ley 23.775, que declaró provincia de Tierra de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur; al que hasta ese entonces fuera Territorio Nacional de la Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur.
Hay que recordar que hasta su creación, los diputados fueguinos Carlos Martín Torres y Adolfo Luis Sciurano habían presentado sendos proyectos en febrero y marzo de 1984, en medio de un debate que se daba alrededor del alcance de la jurisdicción: “Provincia Chica” y “Provincia Grande”?
Cabe recordar las palabras del legislador territorial (MC) Adrián De Antueno quien ha relatado en innumerables ocasiones,que la provincialización fue producto de una “larga lucha”, que duró aproximadamente 8 años en el Congreso de la Nación. “La norma tuvo que transcurrir, en varias oportunidades, entre la Cámara de Diputados y la de Senadores, y también quedó demorada en estudio de las Comisiones”, graficó.
Consultado sobre el proceso de gestación de la Ley, por el debate sobre Provincia Chica y Provincia Grande referido al alcance de la jurisdicción, De Antueno sostuvo que “fue fruto de las presentaciones que se hicieron en la Cámara de Diputados. Desde Tierra del Fuego se presentó el primer proyecto a través del diputado Martín Torres y posteriormente, fue otro por parte del parlamentario Adolfo Luis Sciurano”. Cabe señalar, que la isla solamente contaba con dos Legisladores nacionales en 1984.
Respecto de la jurisdicción de la nueva provincia, De Antueno refirió a la presentación que hizo el Poder Ejecutivo Nacional sobre la Provincia Chica. “Nosotros decíamos que era menguado, porque no incluía a las islas del Atlántico sur, ni la Antártida. A partir de eso, había un conflicto dentro de la idea original, donde sí se incluían estas partes de nuestro territorio”, dijo en relación a las diferencias que había con el mensaje que presentó el expresidente de Nación, Dr. Raúl Alfonsín.
“En ese momento todos hablaban, para que se distinguiera un proyecto del otro”, manifestó el ex legislador en referencia a la discusión que adoptó la sociedad fueguina en esa época. “En una primera instancia se aprobó la idea de Provincia Chica. Una provincialización sin las islas del Atlántico sur y la Antártida Argentina. Después de unos años, cambió el Ejecutivo nacional y también había una representación del Partido Justicialista, lo que posibilitó que eso se revirtiera en ambas Cámaras y finalmente se aprobara la Ley de Provincia Grande aquel 26 de abril, con la inclusión de estos territorios”.
La provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur comprende: la parte oriental de la isla Grande de Tierra del Fuego hasta el límite con la República de Chile, la isla de los Estados, las islas Año Nuevo, las islas Malvinas, la isla Beauchêne, las rocas Cormorán y Negra, las islas Georgias del Sur, las islas Sándwich del Sur, otras islas, islotes y rocas situados en aguas interiores y en el mar territorial generado a partir de dichos territorios de conformidad con lo previsto en la Ley 23.968, incluidas las islas, islotes y rocas situados al sur de la isla Grande de Tierra del Fuego hasta el límite con la República de Chile; los territorios situados en la Antártida Argentina comprendida entre los meridianos 25° Oeste y 74° Oeste y el paralelo 60° Sur, las islas, islotes y rocas situados entre los territorios que comprende la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur.
Desde 1954 transcurrieron 36 años, desde el primer proyecto de provincialización presentado por la diputada nacional (MC); Esther Fadul de Sobrino, durante la presidencia de Juan Domingo Perón. Luego llegó la creación de la provincia de Santa Cruz y Tierra del Fuego, llamada después Provincia Patagonia. En tanto, en 1957, mediante el decreto-Ley N° 2191, se restableció Territorio Nacional de la Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur.
En marzo de 1984, llegada la nueva democracia al país, el diputado fueguino Martín torres presenta el primer proyecto de provincialización. Harían lo propio el diputado Adolfo Sciurano y Miguel Monserrat.