Todos los gurúes de las finanzas dicen que es la peor manera de financiarse porque suele tener la tasa más alta del mercado. Pero, en momentos en que los sueldos se acaban cada vez más rápido y la gente (afortunada que tiene el sueldo en blanco) se ve obligada a «tarjetear», algún arriesgado puede lanzarse a lo que en la jerga bancaria llaman «revolving», es decir: pagar el mínimo de la tarjeta y financiar el resto.
Hoy, los bancos están cobrando una tasa efectiva anual de hasta 170% para los productos más tradicionales o hasta 180% en las tarjetas que tienen en sociedad con puntos de venta, por ejemplo, según los datos que recopila el Banco Central.
La tasa tope de las tarjetas bancarias es un 25 % más que la de los préstamos personales que da una entidad. En cambio, para las no bancarias, el Central fijó un techo de 25% por sobre la tasa promedio de los bancos, un valor que a mayo era de 92,98%. Es decir que el techo sería de 116%.
En general, los pagos mínimos que permiten los bancos varían de acuerdo al riesgo del cliente. Puede ir de 4 o 5% hasta el 50% del resumen.
El Banco Central informa las tasas de los 10 primeros bancos por cantidad de productos al último día del segundo mes anterior (31 de mayo). O sea que los bancos pueden hoy tener una tasa más baja. Por ejemplo, el Hipotecario informó -según el Central- una tasa de 180% para su producto «Gold», pero en la entidad cuentan que desde entonces bajó 10 puntos y se ubica en 172%. Las tasas al consumo fueron creciendo a la par de la de política monetaria, que es de casi 60%. Y -como esa variable- también fueron descendiendo en los últimos días.
Si el cliente es de bajo riesgo y el banco le permite hacer un pago mínimo de 5% ($ 500) sobre $ 10.000, al mes siguiente se deberán 10.145. Si vuelve a pagar el mínimo, al otro mes deberá $ 10.292, según un simulacro que realizó Invertironline.
«Al cabo de 12 meses, realizando pagos mínimos, la deuda es 18,88% mayor a la original», detallan. Hay que tener en cuenta que el pago mínimo incluye además de los intereses, los costos administrativos, seguros y demás gastos asociados. Esto quiere decir que muchas veces se paga solo el interés más otros gastos y no se reduce el capital. Por ejemplo, si durante ese año solo se hace el pago mínimo de 5%, al cabo de los 12 meses se habrá pagado $ 7.100 y quedaría aún una deuda de $ 11.300.
«Si se paga el mínimo, al mes siguiente toca abonar la diferencia que no se pagó del resumen anterior, los intereses calculados sobre la deuda que quedó por haber pagado el mínimo más todo el resumen nuevo. Ese monto a su vez tendrá una parte que puede ser pagada parcialmente, pudiendo acumularse deudas (e intereses) por sucesivos pagos mínimos o parciales hasta el límite de riesgo que el banco permite. Es el efecto bola de nieve», explica Ezequiel Baum, economista, director de Trainer Financiero y autor del libro «Ordená tu Economía».
¿Qué conviene hacer? «El financiamiento que conviene es el de tasas razonables y para un consumo equilibrado. La realidad es que alternativas como los préstamos online con cuotas chicas son muchísimo más caros y los préstamos personales no son mucho más baratos que financiar el saldo del resumen por pago mínimo», asegura. Baum opina que las alternativas de financiamiento hay que pensarlas en función al consumo que se vaya a hacer (si se trata de autos -dice- hay préstamos prendarios que son específicos para eso.