Según anunció el ministro de Salud de la Nación, Ginés González García, Argentina —junto con Noruega, Canadá, Francia, Tailandia y otros países— fue seleccionada por la Organización Mundial de la Salud para iniciar el primer ensayo clínico mundial que busca encontrar una cura para el COVID-19.
«No solo hemos sido electos por razones previas, que tienen que ver con la calidad sanitaria del país, sino que vamos a estar en la primera línea cuando se tenga la conclusión de cuál es la mejor terapéutica. Eso es una ventaja», explicó González García.
Los ensayos clínicos consisten en probar terapias de tratamiento con grupos de población para evaluar su eficacia y seguridad a partir de diversos factores como su utilidad, su mecanismo de acción, su efectividad y sus efectos secundarios, entre otras cosas.
En nuestro país, por ejemplo, al igual que en Francia, se comenzó a probar una droga conocida como hidroxicloroquina para tratar a algunos enfermos graves del hospital Posadas. Sin embargo, al tratarse de solo tres casos todavía no es posible sacar conclusiones.
«Nosotros nos reunimos con todos los expertos. He convocado a todos los científicos. Con los indicios que tenemos, ya hay una terapia puesta en la página para que la puedan usar todas las provincias.
Pero en la medida que tengamos más conocimiento, sobre todo después de este estudio, que es mundial, randomizado, una técnica de ensayo clínico pero que le da mucha veracidad a un medicamento, que es lo que se hace», agregó.