Reclamo de agencias de viaje y turismo

En la mañana se agruparon frente al cartel de Ushuaia para expresar el malestar por las medidas que se vienen llevando a cabo.

Entre los reclamo recordaron el mal pasar que vienen arrastrando desde el 2018, a raíz de devaluaciones y la caída del consumo, que argumentan «generaron una importante baja en la facturación de las empresas de viajes y turismo».

«Cuando arrancó la pandemia, en el mes de marzo, el Sector Turístico de nuestro país y de todo el mundo, asumió que sería de los más damnificados pero entendimos, también, que el Estado estaría dispuesto a ayudarlo para que no colapse» fue otro de los argumentos que establecieron desde el sector, a la espera que «la ley de Sostenimiento de la Actividad Turística entre en vigencia y sea reglamentada».

Toman a las medidas de recargos para servicios turísticos como «el golpe de gracia para terminar de devastar nuestra industria» y resaltan que «se han hecho todos los esfuerzos para convertir a nuestra actividad en inviable».

El pedido que se encuentran realizando es que «se nos permita ejercer nuestro Derecho al Trabajo, se le otorgue un tratamiento diferencial a nuestra actividad sobre la implementación de la RG 4815 para los servicios contratados por intermedio de las Agencias de Viaje de la Argentina, eximiendo a los productos comercializados por las mismas de la aplicación del gravamen implementado. Que, hasta tanto la actividad turística se reactive, se otorgue a las empresas que se comprometan a no despedir personal sin justa causa ATP al 100%. Se libere a todas las empresas del sector del pago del impuesto a los Débitos y Créditos bancarios en forma automática por Código de actividad por el término de un año».

También «que se elimine ambas cargas o al menos una de ellas que el Gobierno ha establecido sobre los servicios y pasajes al exterior en caso que la contratación se realice por intermedio de Agencias de Viaje. Se den líneas especiales de financiamiento a tasa cero, con un plazo de amortización no menor a 36 meses y un plazo de gracia de entre 6 y 12 meses, a todas las empresas que siguen sin tener ingresos y deben seguir enfrentando gastos, costos y el sostenimiento en forma obligada las estructuras laborales. Y que se implementen, a la mayor brevedad posible, todos los protocolos y normas de aperturas de fronteras y del tránsito intraprovincial, interprovincial e internacional, y se paute claramente el funcionamiento de la actividad turística en forma organizada y con criterios unificados para todos los destinos».