Se cumplen 32 años que el Boeing 737 se despista y se introduce en aguas del Beagle

Este día, los vecinos de Ushuaia se alarman por el accidente protagonizado por un avión Boeing 737-200 de Aerolíneas Argentinas, que al aterrizar lo hace con un exceso de velocidad, supera el límite de la vieja pista y queda semisumergido en el canal de Beagle. Viajaban 62 personas, de las cuales 56 eran pasajeros.

El 26 de septiembre de 1988 el Boeing 737-287 LV-LIU de Aerolíneas Argentinas que cumplía el vuelo AR648 entre Buenos Aires y Ushuaia, con escalas en Bahía Blanca y Río Grande se despistó al aterrizar por pista 34 luego de haber efectuado dos toques largos en la pista, quedando a orillas del Canal de Beagle en momentos de condiciones atmosféricas desfavorables con vientos cruzados, el avión resultó irrecuperable, pues el fuselaje se fracturó en dos partes, en el accidente resultaron heridas 5 personas.

El entonces gobernador territorial Helios Eseverri se hizo presente de inmediato en el lugar del siniestro, junto a diversos efectivos y elementos disponibles para facilitar la evacuación de la aeronave y la atención de los heridos. El hecho causó heridas a cinco personas y lesiones a otras ocho.

El vuelo AR648 de Aerolíneas Argentinas partió de Buenos Aires (Aeroparque) para un vuelo a Ushuaia con paradas intermedias en Bahía Blanca y Río Grande. A las 11:20 llegando a Ushuaia el vuelo fue autorizado hasta 8000 pies (…) A las 11:36 la aeronave aterrizó duro (1.89G) con exceso de velocidad (140 nudos en lugar de 128kts) devueltos, y el Boeing 737 salió de pista y quedó flotando en el agua.

En este accidente quien comandaba la aeronave, estaba habilitado para ello, tenía licencia TLA y de sus 7.000 horas de vuelo, unas 1.500 eran en Boeing 737. El copiloto también contaba con experiencia para sobrellevar situaciones imprevistas. El viento fue un factor decisivo para provocar el accidente, cuando la aeronave tocó la pista, además del exceso de velocidad, fue desestabilizada por el fuerte viento que rotaba de modo permanente de dirección e intensidad. El Boeing 737, al terminar en el agua, vio afectada su estructura y nunca más volvió a volar.

En 1989, los pilotos de un avión similar de Aerolíneas Argentinas, al intentar aterrizar, se ven sorprendidos por una cortante de viento y tocan violentamente la pista, destrozando los neumáticos.