El consumo de carne cerró el primer trimestre con una caída del 2,5% durante marzo, respecto del mismo mes del año anterior. Un dato que se desprende del informe elaborado por la Cámara de Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA), allí se advirtió que si marzo último se compara con el pico alcanzado en el mismo período de 2008, cuando el consumo interno fue muy favorecido, la merma fue de 25,5%.
Durante marzo se llegó a un promedio, por habitante, de 49,3 kilos por año y respecto del registro de marzo de 2020, se verificó una disminución de 2,5%.
Respecto al primer trimestre, el análisis sostuvo que la caída interanual fue de 4,3% y advirtió que se trata del «peor primer trimestre de los últimos 18 años».
Además, consideró que «el cambio de la política monetaria/cambiaria a partir de las PASO de 2019, primero, la gran emisión de pesos para enfrentar los efectos de la pandemia/»cuarentena». Después, llevaron a los productores ganaderos a refugiarse nuevamente en la cría y engorde de la hacienda vacuna, lo cual se tradujo en una menor oferta de corto plazo».
Indicó que, «a partir de mayo de 2020, con el relajamiento de la «cuarentena», quedó en evidencia el exceso de oferta de pesos en la economía nacional».
Dentro del informe se señala que, «en ausencia de acceso a financiamiento voluntario, el Gobierno nacional contó con la emisión monetaria como herramienta casi exclusiva para asistir a los grupos más afectados por la pandemia».
Al tiempo que argumentaron que ello «llevó a los productores ganaderos a comprar hacienda como forma de proteger el capital de trabajo, provocando que el precio de la invernada subiera a un ritmo elevado a partir de mayo».
Se sumó al «mayor costo del maíz en la segunda parte de 2020», lo cual «llevó a los productores a realizar recrías largas de la hacienda para consumo sobre pasturas o a campo natural»; señalaron.
«Nuevamente, ello se tradujo en una menor disponibilidad de hacienda para enviar a faena», reconoció. Afirmó que, desde el cuarto trimestre de 2017, «la absorción del mercado interno describió una tendencia descendente, no exenta de recuperaciones y retrocesos».
De esta forma, aseguró que en los últimos 3 años la producción de carne vacuna vendida en el mercado interno tuvo una merma de 21%.
