Cómo desarrolla su tarea un geólogo en Tierra del Fuego

Por Fabiana Morúa. El 9 de junio fue el Día Nacional de la Geóloga y del Geólogo; por ello este medio conversó con Alejandro Montes quien expresó: “Desde muy chico tuve la suerte de conocer distintas zonas de la Patagonia y pasar mucho tiempo al aire libre en viajes familiares, campamentos y colonias de vacaciones. Me puse en contacto desde niño con ambientes muy naturales y paisajes diversos, lo cual me despertó la curiosidad por conocer cómo se habrían formado”.

“La curiosidad y la afinidad con las actividades al aire libre y de montaña no cesaron durante mi adolescencia. Hice muchas travesías caminando y en bicicleta en distintas partes de la cordillera patagónica que, sin dudas, contribuyeron a que elija la carrera de geología”; comentó Montes.

Por otro lado, el Geólogo resumió sobre su trabajo: “Soy geólogo desde el 2007, pero comencé a trabajar 3 años antes, mientras estudiaba. Primero como pasante en una consultora ambiental y después como inspector en la Dirección de Hidrocarburos y Medio Ambiente de Chubut”.

“He trabajado, principalmente, en la Patagonia central, entorno a las localidades de Las Heras, Koluel Kaike, Pico Truncado, Cañadón Seco, Caleta Olivia, Puerto Deseado, San Julián, Comodoro Rivadavia, Rada Tilly, Sarmiento, Río Mayo y Buen Pasto; y en Tierra del Fuego, desde la bahía San Sebastián hasta península Mitre”; detalló Montes.

Indicó que, “en el marco de la presentación de resultados en congresos y de talleres de campo, he recorrido distintos lugares de Salta, Jujuy, Córdoba, Buenos Aires, La Pampa y Chubut. Viajar suele ser parte del trabajo de la mayoría de los geólogos”.

“A lo largo de esa trayectoria, trabajé en el departamento de hidrogeología de una empresa privada; como consultor ambiental independiente y en la sede de Comodoro Rivadavia de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco como docente de geomorfología. En 2015 me recibí de Doctor en Geología en dicha Universidad. Actualmente soy profesor en la UNTDF e investigador del CONICET en el CADIC, donde previamente trabajé como becario durante 7 años”; relató.

Fue consultado sobre la aplicación de la Geología en nuestra Provincia: “El conocimiento geológico es fundamental para la exploración y explotación de recursos naturales. Por lo tanto, en nuestra provincia, la industria del petróleo y del gas se nutre de geólogos para planificar y explotar estos recursos”. A su vez, “el control ambiental de esta actividad requiere ineludiblemente la presencia de geólogos para proteger otros recursos como el suelo y el agua”; expresó.

Continuó: “El planeamiento de obras civiles como puentes, puertos, rutas, centros turísticos e incluso barrios requiere trabajo geológico para definir su diseño. Cuando no se consideran los procesos geológicos en estas obras se pagan consecuencias por daños edilicios, ambientales, por la salud de las personas; incluso en pérdidas humanas”.

Montes sostuvo que “el territorio fueguino tiene muchas particularidades geológicas de interés y que son estudiadas”. Por lo que destacó: “Los movimientos sísmicos, la erosión de sus costas y del suelo, la estabilidad de sus laderas, los cambios del nivel de mar, las fluctuaciones glaciales, el levantamiento de las montañas, la composición de las rocas y los cambios climáticos desde hace millones de años hasta la actualidad”.

“El registro paleontológico de la provincia, que incluye a la Antártida en su territorio; es prospectado, analizado y descripto por geólogos, biólogos y paleontólogos de distintos grupos de trabajo”; detalló.

Resaltó que “otra particularidad del archipiélago fueguino es que cuenta con sitios arqueológicos muy interesantes y que nos permiten trabajar en equipo junto a los arqueólogos, de forma tal de comprender el contexto climático y ambiental en el que vivieron los antiguos pobladores de nuestra región. Los hidrocarburos, minerales, áridos y turberas son estudiados por geólogos y profesionales de otras disciplinas”.

El 5 de junio fue el Día Mundial del Ambiente y se habló de humedales y su importancia; Montes explicó que “el conocimiento geológico es fundamental para tomar buenas decisiones sobre la comprensión, protección y saneamiento de los humedales. Estudiar el vínculo entre los elementos del clima, el agua subterránea como superficial y las rocas es una responsabilidad geológica ineludible”.

“No se puede proteger el ambiente si el foco se pone en la biodiversidad y se ignora el comportamiento de los acuíferos, los interacción química y física entre las rocas y el agua o la dinámica del paisaje. He notado un sesgo que desvincula a la geología de los problemas ambientales que es necesario revertir”; determinó el Geólogo.

Montes fue consultado si Tierra del Fuego puede sufrir alguna catástrofe natural y si, de ser así, como se puede prevenir: “Las catástrofes naturales son posibles en cualquier parte del planeta, pero es importante conocer la geología de cada región para determinar el riesgo asociado a los distintos procesos que las generan”.

“En nuestro caso, la provincia está afectada por un sistema de fallas, denominado Magallanes-Fagnano, el cual presenta actividad sísmica constantemente. Si bien la mayoría de esos sismos son de baja magnitud y no los sentimos, los antecedentes históricos y la información geológica nos muestra que han ocurrido sismos mayores y que tienen la capacidad de generar daños importantes a las personas y las obras civiles”; comentó el Geólogo.

“Hoy en día sabemos que sismos dañinos van a ocurrir, aunque no podamos predecir con exactitud cuándo. También pueden ocurrir otros procesos geológicos peligrosos como los tsunamis o movimientos gravitacionales que afectan a las laderas. Por eso es necesario invertir en recursos para investigar estos procesos, comprenderlos, estudiar su probabilidad de ocurrencia, elaborar mapas de peligrosidad, concientizar a la población, tomar medidas preventivas edilicias y urbanas, así como tener planes de contingencia institucionales, municipales y provinciales”; remarcó.

Por último, “es necesario que todos estemos informados para actuar correctamente a nivel comunitario e individual, realizando simulacros de evacuación frecuentes en espacios públicos, haciendo inspecciones municipales de edificios antiguos o construcciones precarias, explicándole a la gente cómo estar preparada y cómo comportarse durante y después de un sismo, ya sea a través de charlas, panfletos o empleando distintos medios de comunicación y redes sociales”; concluyó el Geólogo Alejandro Montes.