Argentina solo cuenta con el 11% del territorio continental protegido

El 17 de octubre se celebra el Día de las Áreas Protegidas de Latinoamérica y el Caribe con el objetivo de reconocer la importancia de las áreas protegidas para el bienestar de las personas y el desarrollo sostenible en la región.

Las áreas protegidas son territorios manejados con normas que garantizan la protección de la flora y fauna, los valores culturales y los servicios ecosistémicos. Según los científicos de la UICN y del Centro de Monitoreo de la Conservación Ambiental del PNUMA, hay actualmente en el mundo 202.467 áreas protegidas, que cubren casi 20 millones de km2 o el 14,7% del territorio continental, con exclusión de la Antártida.

En la actualidad enfrentamos problemáticas ambientales que tienen consecuencias negativas directas en lo social y económico del país. Las áreas protegidas poseen un papel muy importante no sólo para la conservación de los ecosistemas, sino también para asegurar el bienestar de las personas y un desarrollo sostenible por los servicios ambientales que brindan. Por eso, es importante que las comunidades locales, gobiernos y empresas participen en promover áreas de protección”, detalló Fernando Miñarro, director de conservación de Fundación Vida Silvestre Argentina.

Situación en Argentina

En Argentina, según el Sistema Federal de Áreas Protegidas (SiFAP), a septiembre 2020 hay 500 áreas protegidas a nivel nacional, de estas, 466 son terrestres y protegen 11,62% del territorio continental. A ello hay que sumarle la porción marina de 31 Áreas Protegidas costero marinas, que protegen el 3,44 % de la superficie de las aguas interiores y el Mar territorial. Por último, debemos considerar las 3 Áreas Marinas Protegidas creadas en Zona Económica Exclusiva (ZEE) que representan el 5,53 % de estos espacios marinos. Considerando los sectores marinos de las 31 Áreas protegidas localizadas en aguas interiores y el Mar territorial y las 3 Áreas Marinas Protegidas localizadas en ZEE, el porcentaje de superficie marina protegida asciende al 7,05% de nuestros espacios marítimos.

Las áreas protegidas son esenciales para el bienestar de las personas, el desarrollo sostenible y la conservación de la flora y fauna, por eso existe en el Congreso un proyecto de Ley de Presupuestos Mínimos de Áreas Protegidas para ser tratado en el Senado. Si bien tenemos leyes a nivel nacional y provincial para estas áreas, el objetivo de esta ley busca establecer los requisitos mínimos que promuevan la creación e implementación de áreas protegidas terrestres y costero-marinas. De esta forma, se lograría articular mejor la gestión e implementación de áreas protegidas a nivel nacional. Lamentablemente el proyecto perdió estado parlamentario en dos oportunidades (2019 y 2017). Sin embargo, aún puede ser tratada si la comisión cabecera, de Ambiente y Desarrollo Sustentable, convoca a una reunión para tratar y posteriormente aprobar el texto.

Argentina debería proteger al menos el 17% de su superficie terrestre y el 10% de las zonas marinas y costeras para alcanzar las metas planteadas al 2020 en el marco del Convenio sobre la Diversidad Biológica (ratificado por Argentina mediante la Ley 24.375). La actualización de esta meta en el marco global se encuentra demorada por el contexto de la pandemia, pero las discusiones apuntarían a aumentar a un 30% la superficie de áreas protegidas.

En nuestro país integran el Sistema Nacional de Áreas Protegidas las áreas terrestres, marinas y costero marinas. Entre ellas, las áreas bajo la Administración de Parques Nacionales, las integradas por los sistemas de cada provincia y la ciudad de Buenos Aires, aquellas con reconocimiento internacional como las Reservas de la Biosfera o los Sitios RAMSAR. A su vez, existen también reservas municipales y privadas.

¿Por qué son importantes las áreas protegidas?

  • Son esenciales para brindar soluciones naturales para la adaptación a los efectos del cambio climático.
  • Son importantes para la investigación y educación.
  • Contribuyen a las economías locales y regionales.
  • Mejoran la salud y calidad de vida de las personas.
  • Proveen servicios ambientales como el agua, alimentos y medicinas.
  • Permiten el desarrollo de actividades turísticas y recreativas sustentables que habilitan el desarrollo social y económico, local y regional.
  • Y muchas razones más.