La importancia de vacunar a niñas, niños y adolescentes

La Sociedad Argentina de Pediatría emitió un nuevo comunicado donde recomienda la vacunación al grupo de 3 a 11 años con Sinopharm, explicaron que esta estrategia que comenzó a aplicarse en diversos países no sólo beneficia a quienes la reciben, sino que contribuye a lograr protección comunitaria.

«La vacuna demostró ser segura y efectiva en estos grupos, en particular la vacuna Sinopharm utiliza una plataforma conocida (virus inactivado), similar a otras vacunas de Calendario», escribieron.

Agregaron que «contribuye a disminuir las poco frecuentes, pero posibles formas graves de enfermedad y la mortalidad por CORONAVIRUS en este grupo, así como el número de personas susceptibles. De esta forma evitar contagios y favorecer la presencialidad escolar y actividades sociales, culturales y deportivas necesarias para el normal desarrollo de los niñas, niños y adolescentes».

El anuncio también detalla las razones por las cuales estas deben ser administradas. En primer lugar, porque el riesgo existe: La población pediátrica representa el 8.8% del total de los casos confirmados desde el inicio de la pandemia en nuestro país.

«Cabe destacar que, desde el mes de agosto de 2020 a la fecha se observa una tendencia creciente de esta enfermedad en niñas, niños y adolescentes, tanto que actualmente 1 de cada 4 casos confirmados ocurre en menores de 18 años», señalan.

Aunque es poco frecuente, la enfermedad puede manifestarse en menores como cuadros respiratorios moderados o graves, así como una nueva entidad denominada SIM-C (Síndrome Inflamatorio Multisistémico temporalmente relacionado a COVID-19), 2 a 6 semanas después de haber padecido la infección por SARS-CoV-2.

«Otro aspecto a considerar son las secuelas a largo plazo que pueden desarrollar hasta el 10-15 % de los niñas, niños y adolescentes que han padecido COVID-19 según publicaciones internacionales. Este ‘COVID prolongado’, fue mejor caracterizado en adultos y se desconoce aún su impacto en la población pediátrica».

En segundo lugar, porque si bien la carga de enfermedad en la niñez es menor a la de los adultos, también pueden infectarse y transmitir el virus a otras personas. Protegerlos de nuevas variantes, Delta o Gamma entre otras, que se están propagando más fácilmente en la población pediátrica (que al momento no está completamente vacunada), no solo es necesario, sino que trae otros beneficios secundarios como proteger a las familias, facilitar una presencialidad escolar más segura, permitir otras actividades deportivas, lúdicas y sociales; y disminuir la ansiedad y preocupación de los padres.

En tercer lugar, la Sociedad Argentina de Pediatría pone énfasis en la importancia de lograr la inmunidad colectiva. Es fundamental alcanzar a nivel poblacional una alta cobertura de vacunación que «construya una barrera epidemiológica que dificulte la trasmisión de SARS-CoV-2», escriben.

Por último, destacan la disponibilidad de vacunas: todas las vacunas contra SARS-Cov-2 usadas en nuestro país han sido aprobadas o autorizadas por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica. Son seguras y efectivas.

«Los niños deberán recibir esquemas completos de vacunación (dos dosis con el intervalo correspondiente al esquema de vacunación de cada tipo de vacuna). Es decir que aquellos que han recibido su primera dosis deberían completar su esquema y aquellos que aún no han comenzado la serie de vacunación, sería fundamental que lo hagan», finalizan.

https://twitter.com/soc_arg_ped/status/1455557927595646983