Anularon la condena de Manuel Mansilla, el femicida de Chiara Páez

La Corte Suprema de Justicia de Santa Fe anuló la pena de 21 años y 6 meses de prisión a Manuel Mansilla, autor del femicidio de Chiara Páez, caso que inició el movimiento «Ni Una Menos» -una consigna y marcha que estalló en el 3 de junio de 2015- ordenando que la condena sea nuevamente establecida pero por un tribunal de la Justicia de Menores.

De esta forma lo informaron fuentes judiciales a Télam, quienes añadieron que el fallo lo pronunció la Corte el 27 de diciembre pasado pero que se da a conocer en las últimas horas, estableciendo que «es aplicable al caso una sanción correspondiente a la «tentativa de homicidio», cuya escala penal va de 10 a 15 años, al fundar su resolución en el artículo 4 de la ley 22.278 sobre el régimen juvenil penal».

Según explicaron, Mansilla podría acceder en corto tiempo al beneficio de salidas transitorias dado que está por cumplir la mitad de la condena, aunque «todavía otro tribunal debe establecer el nuevo monto de la pena».

Sucede tras la sentencia del 2 de marzo de 2018, cuando el juez Javier Prado le dictó a Mansilla una pena 21 años y 6 meses de prisión luego de que en 2016 el juez de Menores, Adrián Godoy, encontró al joven «penalmente responsable» del femicidio de Chiara.

En dicha sentencia, el juez Prado consideró que Mansilla, quien tenía 17 años cuando asesinó a Chiara, la «mató despreciando su condición de mujer y conociendo su embarazo» y agregó que «no mostró un sincero arrepentimiento».

«La única niña era Chiara»

Tras conocerse la anulación de la condena, Verónica Camargo, madre de Chiara Páez, dialogó con el mismo medio y expresó su disconformidad dado que se enteró del fallo por comentarios recibidos anoche: «Me indigna que la Corte no me haya notificado».

«La única niña era Chiara. Un niño no actúa con la frialdad que actuó Mansilla, con las atrocidades y aberraciones que le hicieron a mi hija», manifestó la mujer; quien recordó la «frialdad» con la que actuó Mansilla que la llamó para decirle que «Chiara no había regresado a su casa, cuando recién la había matado».

Cuando fue asesinada, la víctima tenía 15 años.

«Eso no es un niño. Pensar que dentro de poco me voy a cruzar a Mansilla acá (en Rufino, donde reside) o en Venado Tuerto, donde están los padres, es terrible», señaló Camargo, mientras que criticó duramente el accionar del sistema judicial que, «después de semejante asesinato no le den el valor a la vida».

Cuestionó que por ese motivo «sigue habiendo tantos femicidios y hechos de violencia, si (los asesinos) saben que pueden hacer lo que quieran».

«La verdad que es terrible, lo único que sé es que no tengo más a mi hija, que me quitaron la posibilidad de ser abuela –si bien tengo otra hija-, me quitaron todos los proyectos que teníamos con Chiara juntas», concluyó Camargo.

Sobre el fallo de la Corte Suprema

En estas instancias, surge una pregunta, ¿cómo explican los jueces tal anulación que podría dejar con beneficios de libertad al acusado, ya condenado?

Su resolución alega como argumentos que, si bien la Cámara no estaba «obligada» sino «facultada» a aplicar el artículo 4 de la ley 22.278, optó por una alternativa mediante la cual «se apartó de los principios específicos vigentes en el derecho penal juvenil y del de legalidad -al efectuar una integración normativa en perjuicio del imputado-, lo cual la torna descalificable desde la óptica constitucional, debiendo ser anulada».

Señalan que en este caso «debe aplicarse la ley penal juvenil, la cual prevé que para los casos de reclusión perpetua –como le habría cabido a Mansilla si hubiese sido mayor-, debe reducirse la sanción si se trata de un menor».

Asimismo, mencionan que «la privación de libertad únicamente como medida de último recurso y por el tiempo más breve que proceda».

El femicidio de Chiara

La adolescente fue vista por última vez en la madrugada del 10 de mayo de 2015 en Rufino, luego de salir con unas amigas y avisarles que se iba a encontrar con Mansilla, quien era su pareja.

Chiara cursaba un embarazo de 8 semanas, el cual su madre había aceptado, pero que, tanto Mansilla como su familia, no quería que continuara.

Ese domingo, la menor no regresó a su casa por lo que su madre motivó una desesperada búsqueda que puso en vilo a toda la localidad. Hasta que luego de varios rastrillajes, se identificó el cuerpo sin vida de la niña en el patio de la casa de Mansilla, quien una hora antes, había llamado a Verónica Camargo para decirle que no había visto a su hija, luego de haberla matado -según determinó la Justicia- a golpes.

Mediante la autopsia, se determinó que Chiara había tomado un antiinflamatorio utilizado para abortar.