La Dirección Nacional de Población -DNP, dependiente del Ministerio del Interior-, confeccionó un informe denominado “Distribución geográfica de apellidos en Argentina”, que analiza la distribución espacial de los apellidos de la población actual de Argentina. Entre los datos más llamativos del estudio se destacan la existencia de 348.288 apellidos distintos en nuestro país -lo que denota la amplia diversidad de nombres de familia en territorio argentino-; y el hecho de que, al indagar en los 10 apellidos más frecuentes del país, González, Rodríguez y Gómez son los que ocupan los tres primeros puestos de representación a nivel nacional.
Asimismo, el informe de la DNP -dependiente del Registro Nacional de las Personas (Renaper)- también pone el foco en la amplia diversidad de apellidos presentes en Argentina, ya que, si bien el 79% de la población se identifica con nombres de familia portados por 500 o más personas, éstos representan sólo el 2% de la totalidad de apellidos de todo el territorio nacional. La mayoría de los apellidos (69,9%) son portados por entre 2 y 99 personas (representando el 9,43% de la población); mientras que 73.363 apellidos (el 20,5%) posee un único representante (0,15% de la población).
A los tres apellidos más frecuentes de nuestro país (González, Rodríguez y Gómez) los siguen Fernández y López, con más del 1% de la población cada uno a nivel nacional; y luego los apellidos Martínez, Díaz, Pérez, Sánchez y Romero, con cifras inferiores al 1%. Estos 10 apellidos -todos de ascendencia española- representan al 10.4% de la población nacional.
En esta misma línea, en otro de sus apartados el informe señala que, en el 50% de las jurisdicciones, el apellido más frecuente (González) coincide con el más común a nivel nacional.
Al mismo tiempo, tomando en cuenta el ranking en cuestión, resulta llamativa la ausencia de nombres de familia de origen italiano, siendo que esta inmigración aportó 2 millones de personas entre 1881 y 1914.
Con el objetivo de indagar en posibles procesos de movilidad poblacional en las distintas provincias, este informe analiza además en cada distrito, por un lado, el porcentaje de población portadora de apellidos únicos; y por otro, el de población cubierta por los siete apellidos más frecuentes.
Del análisis hacia el interior del país surge que Santiago del Estero es la jurisdicción con mayor porcentaje de personas que comparten su apellido: en esta provincia, ocho de cada 10 santiagueños poseen un nombre de familia portado por 500 o más personas. A su vez, las provincias que mayor repetición de apellidos registran en su población corresponden a las regiones del Noroeste y Noreste del país, lo que podría señalar la existencia de familias más numerosas, así como menor frecuencia de movimientos poblacionales. Este comportamiento es consistente con las significativas tasas de fecundidad que reflejaron estas jurisdicciones durante las últimas dos décadas.
En otro sentido las provincias de la Patagonia, junto a La Pampa, San Luis y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires son las que mayores porcentajes exhiben de apellidos únicos o con menos de 10 portadores, lo que puede reflejar la existencia de procesos migratorios más recientes o un mayor movimiento poblacional. De ellas, Tierra del Fuego es la que registra máximos valores en ambas categorías. En este caso, el comportamiento de estas provincias es congruente con las bajas tasas de fecundidad registradas en la mayoría de ellas durante los últimos 20 años.
Haciendo foco al interior de las provincias, en algunas de ellas preponderan nombres de familias diferentes al ranking expuesto a nivel nacional, a saber: en Catamarca el apellido preponderante es Carrizo; mientras que en San Juan es Castro; Mamani en Jujuy; y Lucero en San Luis.