Seis gobernadores no asistieron al Pacto de Mayo firmado por Javier Milei y dieciocho mandatarios este martes en Tucumán. Las divisiones políticas y las prioridades regionales marcan el rumbo de la disidencia.
En un acto en la Casa Histórica de San Miguel de Tucumán, el presidente Javier Milei logró la firma del Pacto de Mayo, una iniciativa que describió como «el puntapié inicial de un nuevo orden para el país». Sin embargo, no todos los mandatarios provinciales estuvieron presentes, lo que reflejó las marcadas diferencias políticas e ideológicas existentes en el país.
La provincia de Buenos Aires fue una de las grandes ausentes en la convocatoria. Axel Kicillof, gobernador bonaerense y ferviente opositor de la iniciativa, expresó su desacuerdo en su cuenta de X: «El único pacto que aceptamos en la provincia de Buenos Aires es el que defiende el federalismo, la industria, el trabajo y los recursos nacionales, el que garantiza los derechos y el bienestar de los bonaerenses». Además, en referencia a la fecha patria, añadió: «Eso es luchar hoy por nuestra independencia: trabajar por una Patria justa, libre y soberana donde todos puedan construir su futuro».
Claudio Vidal, gobernador de Santa Cruz, también se ausentó y explicó su decisión a través de redes sociales, subrayando la situación crítica de su provincia debido a las temperaturas extremas: «No es tiempo de fiestas ni grandes actos. Cada dispendio del Estado tiene destino: acompañar al pueblo y enfrentar las consecuencias de esta crisis climática inédita». Vidal reafirmó su compromiso con la población de su provincia y con los principios que considera fundamentales para el país.
Por su parte, el gobernador de La Pampa, Sergio Ziliotto, expresó su disidencia con la administración nacional y resaltó la importancia del federalismo en su mensaje del Día de la Independencia: «La historia de nuestra independencia nos enseña que la fuerza de la Argentina radica en su diversidad, reflejada en el federalismo que nos une y da sustento como nación».
A esta postura se sumó Ricardo Quintela, de La Rioja, quien destacó el legado histórico de su provincia en la lucha por la independencia y el federalismo.
En tanto, Gustavo Melella, gobernador de Tierra del Fuego, criticó duramente el Pacto de Mayo en declaraciones radiales: «Me parece grave firmar títulos vacíos, si tengo que llegar a la Corte por la quita del subsidio del gas, qué voy a ir a firmar, no voy a ir a aplaudir. No es un pacto resultado de un acuerdo, es una serie de títulos sin contenido y sin definiciones, mucho menos consensuadas».
Finalmente, Gildo Insfrán, gobernador de Formosa, completó la lista de los ausentes, enfatizando la necesidad de una Argentina más justa, libre y soberana: «Hace 208 años los representantes de las Provincias Unidas suscribían nuestra Declaración de Independencia Nacional, ratificando nuestra soberanía frente a todas las naciones del mundo y contra cualquier dominación extranjera. Fieles a ese legado histórico y orgullosos de nuestra identidad, asumimos el compromiso de defender la autodeterminación del pueblo argentino y su bienestar».
El evento del martes refleja no solo la diversidad de opiniones y posturas políticas entre los gobernadores argentinos, sino también las distintas prioridades y desafíos que enfrentan en sus respectivas provincias. La firma del Pacto de Mayo marca un hito en la administración de Javier Milei, pero también subraya las profundas divisiones que persisten en la política argentina.