Reclamos por falta de personal y precariedad edilicia

Claudia Barreto, delegada de ATE, denunció la desidia del gobierno provincial ante la situación en Amanda Beban y Los Enanitos, con cierre de salas, falta de insumos y riesgo en infraestructura, mientras familias quedan sin vacantes.

La situación en los centros infantiles Amanda Beban y Los Enanitos, dependientes del Ministerio de Desarrollo Social de Tierra del Fuego, sigue deteriorándose sin respuestas concretas del Ejecutivo. Claudia Barreto, delegada de ATE y trabajadora del Amanda Beban, expuso en FM Master’s los reclamos históricos que llevaron a medidas de fuerza: «Venimos hace bastante tiempo con los reclamos, llegamos a las medidas de fuerza. Los dos centros de cuidado pertenecemos al mismo ministerio, hacemos la misma tarea y tenemos las mismas problemáticas».

El eje del conflicto es la falta de personal, que ha obligado a cerrar salas y dejar a decenas de niños sin atención. «Tenemos cinco salas cerradas en el Amanda Beban, tres en Los Enanitos, y la demanda social existe cada vez más, pero no tenemos respuesta», afirmó Barreto. La matrícula actual en el Amanda Beban es de apenas 32 niños, cuando la capacidad instalada permitiría albergar hasta 110. «El jardín tiene que estar funcionando al 100%. El personal también era más o menos esa matrícula», explicó, responsabilizando a la ministra Adriana Chapperón por la negativa a convocar diálogo: «Lo que nos preocupa es la falta de interés del ejecutivo. No da respuesta, no convoca».

Los problemas edilicios agravan la crisis. Barreto detalló incidentes como la caída de una puerta sobre una trabajadora por falta de mantenimiento: «Era solamente poder comprar bisagras para abrir esa puerta, que hace años se viene pidiendo». Recordó también la rotura de un caño de agua caliente en el techo: «Nos cansamos de reclamar por notas y reuniones, hasta que surgió el problema grave». En Los Enanitos, la cocina lleva clausurada más de 20 días por fallas en la termocupla y la llave de gas: «Hasta hoy no hay respuesta».

La precariedad se extiende a los insumos básicos, según consignó: «Tenemos toallas que hace más de 10 o 15 años son trapos, faltan materiales didácticos y de librería. Hace años que no se invierte en las instituciones».

Barreto criticó la contradicción del gobierno al seguir inscribiendo niños pese a la imposibilidad de asignar vacantes: «Las mamás inscriben a sus hijos y se van con la esperanza de que los llamarán, pero la realidad es que no ingresarán porque las salas no están abiertas». Sobre la reunión con la ministra, fue contundente: «Dijo que es imposible ingresar más personal porque no se está tomando en Administración Pública. Nunca llegamos a esta desidia en otras gestiones».

Con protestas vigentes y sin avances, la advertencia de Barreto es clara: «No se abrirán más cupos hasta que no entreguen gente». Mientras, las familias fueguinas pagan el costo de un sistema colapsado.