Un vecino agredió verbalmente al personal tras no conseguir un turno odontológico. Pablo Pesce, responsable del área, pidió reflexionar sobre el clima social y destacó que no hubo daños graves, aunque sí un fuerte impacto emocional en los trabajadores.
La mañana de este martes transcurría con normalidad en el Centro de Salud Municipal de Ushuaia hasta que un vecino, conocido por el equipo, desencadenó un episodio de violencia verbal. Pablo Pesce, referente del Área de Políticas Sanitarias de la Municipalidad, relató lo sucedido en diálogo con FM Master’s, enfatizando que el hecho no dejó consecuencias físicas pero sí un malestar profundo entre los empleados.
«Está bueno que podamos decir, porque no hay absolutamente nada que ocultar», comenzó Pesce, marcando la transparencia en la comunicación. Explicó que el hombre, residente frente al centro, ya había protagonizado un incidente previo al reclamar por un familiar con problemas de salud serios. «Hoy no se lo pudo contener, y lo que fue una discusión verbal escaló a una situación que no fue buena», admitió. Aclaró que no hubo destrozos ni lesiones, pero sí un clima de tensión que calificó como innecesario: «Nadie debería resolver un conflicto así, menos por un turno».
El detonante fue la imposibilidad de asignarle una cita odontológica, especialidad con alta demanda. «Tenemos cuellos de botella, como todo el sistema, que está colapsadísimo», reconoció Pesce, aunque subrayó que ello no justifica agresiones. «Los laburantes no se merecen esto», remarcó, y recordó que el personal está capacitado para manejar situaciones complejas: «La gente no viene de vacaciones; trae angustias, dolencias. Sabemos que estos hechos pueden ocurrir, pero no los normalizamos».
Consultado sobre la intervención policial, confirmó que las autoridades actuaron tras un llamado de otros vecinos presentes. Sin embargo, evitó profundizar en el perfil del agresor: «No me quedo en el evento puntual, sino en la reflexión sobre cómo resolvemos los conflictos cotidianos». Pesce vinculó el episodio con un contexto social más amplio: «Hay mucha tensión por múltiples motivos. Todos debemos contribuir a calmar los ánimos».
Pese a lo ocurrido, el funcionario destacó avances en el centro, como la incorporación de profesionales de salud mental y pediatría, y el pronto regreso del servicio de atención sin turnos programados. «Prefiero hablar de esto», dijo, aunque valoró informar a la comunidad para evitar especulaciones. La prioridad ahora, aseguró, es contener al equipo afectado: «Algunos compañeros están dolidos; trabajaremos en eso».
El incidente expone la complejidad de un sistema bajo presión y la fragilidad en las interacciones cotidianas. Como concluyó Pablo Pesce, «es un llamado a pensar cómo gestionamos lo que nos pasa, sin que la violencia sea nunca el camino».