El neurólogo Patricio Labal reflexiona sobre si la dirección actual de la sociedad, marcada por la inmediatez y la automatización, es la correcta para el desarrollo cerebral.
El doctor Patricio Labal, neurólogo del ámbito local, analizó la relación entre los cambios tecnológicos acelerados y el funcionamiento del cerebro, planteando serias dudas sobre el rumbo actual de la sociedad.
Por FM Master’s, y ante la pregunta de si la digitalización modifica nuestra estructura cerebral, Labal introdujo una distinción crucial apoyándose en la reflexión de un colega. “Una cosa es el cambio de la persona y otra cosa es el cambio de la sociedad”, citó, para luego explicar la velocidad vertiginosa de estas transformaciones. “En la historia de la humanidad, para que hubiera habido un cambio en la sociedad se requirieron siglos. Si nos vamos a nuestra época actual, estos cambios requieren de meses. Estamos viviendo a una velocidad de lo hasta de lo efímero. Esta velocidad, esta cosa tan rápida, que no alcanzamos a adaptarnos nosotros mismos a estos cambios”, afirmó.
El profesional ilustró esta aceleración con ejemplos concretos de la vida cotidiana y el aprendizaje. “Yo recuerdo que en la escuela primaria y en la secundaria la calculadora no existía. Nosotros hacíamos las cuentas con papel y lápiz. Hoy no existe eso, no tiene nada que ver”.
Este contorno lleva a lo que considera el núcleo del problema: la sustitución de procesos cognitivos profundos por soluciones automáticas. “Hoy pones el GPS y el GPS te indica (…) esto está siendo conocido y está siendo reconocido en muchos lados”.
Para Labal, la clave no está en una elección excluyente, sino en un equilibrio. “Yo no creo que sea pantalla versus papel. Yo creo que debería ser pantalla más papel o papel más pantalla. Para mí siempre todos los extremos son malos”.
La conversación derivó hacia una pregunta fundamental sobre la dirección que está tomando la humanidad. Labal se mostró escéptico, comparando el futuro posible con una distopía. “¿Vamos en esa dirección? ¿Pero sabemos si esa dirección es la correcta? ¿Si esa dirección es la buena?”.
Relató una imagen poderosa de una película animada donde “todas las personas eran obesas, inmóviles y lo único que hacían era hablar y le traían la comida, con todo automatizado. ¿Vamos en ese camino? ¿Ese es el camino correcto? Eso es lo que uno se tiene que preguntar”. Esta incertidumbre se ve reforzada por los resultados que observa. “Los resultados que estamos teniendo a niveles escolares son mucho peores que hace muchos años atrás. Y es muy fácil: Los de más de 50, tenemos mucho más cultura general que los chicos de ahora”.
Frente a este panorama, el neurólogo concluyó con una metáfora elocuente que resume su postura sobre la necesidad de estimular la mente: “El cerebro es como un músculo. Si yo ejercito el músculo, voy a tener mucho mejor estado físico. Y el cerebro es lo mismo. Si yo estimulo el cerebro, con lectura, con escritura, con juegos didácticos, con juegos de inteligencia, mi cerebro va a tener mucha mayor capacidad”. La solución, sugiere Patricio Labal, no está en rechazar la tecnología, sino en no permitir que reemplace por completo el esfuerzo cognitivo que forja una mente más capaz.