Argentina avanza en la conectividad aérea antártica

La habilitación de la base Petrel para operaciones aéreas impulsa a empresas fueguinas, que preparan vuelos de capacitación y proyectan un crecimiento logístico y turístico en el continente blanco, reduciendo distancias y costos.

La reciente autorización de la pista en la base antártica Petrel como lugar apto para operaciones aéreas marca un hito en la estrategia logística nacional hacia el continente blanco, generando expectativas en empresas fueguinas que desde hace años preparan su capacidad para volar hacia el sur profundo.

La empresa Heli Ushuaia, con base en la capital fueguina, se posiciona como un actor clave en este desarrollo, tras una larga trayectoria de preparación y una inversión concreta en aeronaves específicas.

“Con mucha alegría porque es un paso importante. De hecho, compramos un avión específicamente para operaciones antárticas a principio de año”, explicó Osvaldo Mella, socio de la firma.

Se trata de un King Air B200, similar al utilizado por la Armada Argentina, que actualmente se encuentra en Santiago de Chile culminando su proceso de preparación. “Es un avión para pistas no preparadas, y no solamente Antártida, podemos ir a Chaltén, que es una pista no preparada, a Tolhuin . Es un avión multipropósito, le vamos a poner un equipo para traslados sanitarios, camilla. No vamos a hacer vuelos sanitarios generales en principio, sino para necesidades humanitarias”, detalló.

La estrategia de la empresa es metódica. “Empezamos ya hace unos cuatro o cinco meses atrás, volvimos a insistir con la Dirección Nacional del Antártico para cumplir todos los protocolos medioambientales. La semana pasada ya nos autorizaron Marambio para vuelos de capacitación y entrenamiento también, todavía no estaba lo de Petrel”, relató Mella. Con la nueva habilitación, el plan se expande.

Mella destacó las ventajas logísticas de la base Petrel, reactivada como proyecto de revalorización a partir de 2010. “Argentina tenía una sola pista operativa en Antártida, Marambio, la operaba la Fuerza Aérea. La desventaja es que está 200 metros sobre el nivel del mar. Eso generaba que estaba mucho tiempo con neblina. En cambio, Petrel está al nivel del mar, con lo cual la neblina desaparece. Y el barco puede llegar hasta ahí, van a hacer un muelle flotante, con lo cual bajan sensiblemente los costos de logística”, afirmó.

La proyección de la empresa fueguina es ambiciosa y mira al contexto internacional. “Argentina siempre fue un adelantado en el tema antártico, pero hace unos 25 a 30 años nos cerramos tanto que los demás países avanzaron a un nivel que tenemos que alcanzar. Entonces, Petrel es una buena herramienta para volver a posicionarnos”, consideró. Y amplió: “Hay un potencial de crecimiento, están viniendo más barcos, hay más requerimientos, no solamente para llevar turistas, sino también para los programas antárticos”.

Con el recurso humano formado localmente y la infraestructura en proceso de adecuación, la visión de Heli Ushuaia es clara: “Estamos a 2 horas 15 minutos, sacamos el avión del hangar y en 2 horas y media podemos estar en Antártida. Nadie lo puede hacer que no esté acá. Y una empresa con pilotos que operan en Tierra del Fuego, que conocen lo inhóspito del clima. Tenemos muchas expectativas”, concluyó Mella, resumiendo el ánimo de un sector que ve por fin materializarse una conexión aérea histórica con el sexto continente.