El dirigente anunció su salida del organismo que rige el rally fueguino, argumentando motivos personales y laborales que le impiden dedicar el tiempo necesario al cargo. Aseguró dejar la institución en óptimas condiciones administrativas y económicas.
Gabriel Alonso confirmó oficialmente su renuncia a la presidencia de la Asociación de Pilotos de Turismo y Rally de Tierra del Fuego (Apitur), poniendo fin a una vinculación con la entidad que se remonta al año 2017. El dirigente, que ocupaba el cargo máximo desde hace tres años, explicó que la decisión responde a una evaluación personal y laboral tras casi una década de dedicación prácticamente diaria.
«Ya es un tiempo prolongado, desde el 2017 que iniciamos con la comisión normalizadora con Facundo Pérez, desde ahí hasta el día de hoy sigo trabajando para Apitur, siempre con la camiseta puesta», repasó Alonso en radio Provincia.
Sin embargo, detalló los motivos que lo llevaron a tomar esta determinación: «Llega un momento en que uno empieza a poner en la balanza situaciones laborales, personales y demás temas que me hacen replantear la continuidad. Si bien teníamos un año más de mandato, se me está haciendo imposible seguir prestando toda mi atención y tiempo a Apitur».
El dirigente enfatizó que su intención es preservar el buen funcionamiento de la asociación, evitando una gestión deficiente por falta de disponibilidad. «No me gustaría caer en la falta de, porque no tengo tiempo, no le puedo dar pelota a Apitur y entonces las cosas empiecen a salir mal. Es momento donde uno tiene que hacer una reflexión, hacer un paso al costado y dejar que otras personas asuman», argumentó.
Alonso subrayó el buen estado institucional que deja: «La institución está totalmente al día con toda la documentación, no se debe nada, está todo al día, luz, gas, la camioneta y la sede están totalmente canceladas».
Si bien reconoció el desgaste natural del rol, negó que conflictos internos hayan influido en su decisión. «De ninguna manera pongo como justificación decir ‘estoy cansado’, o ‘tuve un problema’ o una discusión con fulano o alguien de la comisión, entonces me voy. Estoy más que contento y satisfecho con el trabajo hecho», aseguró.
Sobre el futuro, expresó su deseo personal de distanciarse sólo temporalmente: «Me quiero tomar un año para poder ir a ver un rally y no tener la preocupación de si me tengo que levantar a las 5 de la mañana, tengo que ir a un camino, tengo que trabajar, porque lo tomamos como un trabajo».
El proceso sucesorio, según explicó, seguirá lo establecido en el estatuto. «Queda el órgano fiscalizador como única persona responsable para poder llamar a elecciones, cubrir el cargo por el año que falte y después darle la continuidad por el periodo de dos años como corresponde», detalló finalmente.
