Un nuevo informe de la Fundación Innovación Fueguina (FINNOVA) analiza la evolución de la presión fiscal entre 2005 y 2023, el rol central de Ingresos Brutos y cómo los encadenamientos productivos amplifican su impacto sobre precios, costos y recaudación efectiva en la economía fueguina.
La Fundación Innovación Fueguina (FINNOVA) presentó una nueva edición de El Faro, su informe de análisis económico, con foco en la estructura tributaria de Tierra del Fuego y el comportamiento del impuesto a los Ingresos Brutos (IIBB). El estudio reconstruye casi dos décadas de datos y aporta un elemento clave para el debate fiscal: el efecto indirecto que tiene el impuesto cuando se propaga a lo largo de las cadenas productivas.
Según el informe, la presión fiscal provincial —medida como la recaudación propia sobre el Producto Bruto Geográfico— atravesó dos etapas bien diferenciadas. Entre 2005 y 2012 se registró una tendencia descendente, mientras que a partir de 2013 comenzó un ciclo de crecimiento que llevó la presión fiscal al 13,2% del PBG en 2023, con un pico excepcional en 2022. Esta dinámica estuvo explicada principalmente por los ingresos tributarios y no tributarios.
En la composición de los recursos, FINNOVA destaca un cambio estructural: las regalías hidrocarburíferas perdieron peso de forma sostenida, mientras que crecieron los denominados “otros ingresos”, como tasas, multas y derechos. Este corrimiento refleja una menor dependencia de recursos vinculados a la actividad hidrocarburífera y un mayor peso de la recaudación propia no tradicional.
Ingresos Brutos continúa siendo el principal impuesto provincial, aunque con una particularidad relevante. Mientras que a nivel nacional este tributo concentra más del 80% de la recaudación provincial, en Tierra del Fuego su participación viene cayendo desde 2017. En 2024 explicó el 51% de la recaudación propia, el nivel de dependencia más bajo entre las provincias.
Esta evolución está asociada a una reducción sostenida de la alícuota efectiva promedio. Tierra del Fuego consolidó la alícuota más baja del país, incluso siendo uno de los distritos con mayor PBG per cápita. En sectores como turismo e industria manufacturera, la carga tributaria se ubica por debajo del promedio nacional, mientras que en petróleo y gas resulta más elevada.
El aporte central del informe es la medición de los efectos indirectos del impuesto. Al considerar los encadenamientos productivos, la recaudación efectiva resulta mayor que la que surge de las alícuotas teóricas. Además, el estudio estima que el traslado total a precios alcanzaría en promedio el 4,6%, con mayor impacto en el sector servicios. Comunicaciones y energía aparecen como nodos clave en la propagación de costos al resto de la economía.
Fuente: Fundación Innovación Fueguina (FINNOVA), El Faro.
Para más información: FINNOVA – Fundación Innovación Fueguina.



