La representante de La Cimarrona denunció reiterados ataques a
sus animales por parte de canes domésticos sin control. Exigió
mayor responsabilidad a los dueños y acciones concretas de las
autoridades.
En el predio de La Cimarrona, la tranquilidad rural se vio interrumpida
por un problema recurrente: ataques de perros con dueño que, lejos de
estar asilvestrados, son liberados irresponsablemente en zonas
privadas, causando heridas graves a los animales del campo. «No,
tienen dueños, porque ya es la segunda vez. Los perros
asilvestrados por lo general están en el campo, y estos tienen
dueños», afirmó Alejandra Fresco, referente del establecimiento, en
diálogo con FM Master’s, descartando la confusión inicial con manadas
salvajes.
El último incidente ocurrió el jueves por la tarde, cuando un empleado
descubrió que una llama y una burra habían sido atacadas. «Salvador
es papá de uno, de Casimiro, que es uno chiquito, así que por
defenderlo al hijo, recibió él todas las mordeduras», relató Fresco,
detallando la gravedad de las lesiones: «No lo pudieron suturar, así
que anda con las heridas abiertas porque ya no hay carne que le
enganche para poder coserlo». Aunque ningún animal murió, los
daños físicos y emocionales son profundos, sumados a los altos costos
veterinarios.
Fresco enfatizó que estos perros no son callejeros, sino mascotas cuyos
dueños las dejan vagar sin supervisión. «La otra vez, cuando hicimos
la denuncia y se corrió la voz, esos perros desaparecieron. Se ve
que como pasó el tiempo, los han soltado de nuevo», señaló,
criticando la negligencia de los propietarios. Además, alertó sobre el
riesgo para la comunidad: «Acá tenés una escuela muy cerquita de
lo nuestro y es por donde andan ellos».
A pesar de las denuncias previas -respaldadas incluso por imágenes de
cámaras de seguridad-, las autoridades no han logrado identificar a los
responsables. «Hubo toda una movida para ver si podrían
encontrarlos y lamentablemente no los encontramos», explicó
Fresco, quien ahora mantiene a sus animales bajo vigilancia
permanente: «De noche los encerramos en galpones, duermen
encerrados por ese tema mismo».
La situación refleja un problema más amplio: la falta de conciencia
sobre la tenencia responsable. «Pedimos más que todo que respeten
el tema de si vos tenés un animal, hacete cargo», insistió Fresco,
recordando el sufrimiento infligido. Con llamados a sanciones efectivas y
mayor compromiso institucional, el caso de La Cimarrona expone una
crisis evitable, donde la acción humana -o su ausencia- es clave.