Las autoridades sanitarias instaron al diagnóstico temprano y al aislamiento de los afectados para proteger a grupos vulnerables, mientras la provincia enfrenta un aumento de contagios en lo que va del año.
Tierra del Fuego registra un brote activo de varicela, con 52 casos confirmados hasta la semana epidemiológica 23, según datos oficiales del Ministerio de Salud provincial. La enfermedad, altamente contagiosa, se propaga tanto por contacto directo con las lesiones cutáneas como por vía aérea, lo que ha llevado a las autoridades a reforzar las recomendaciones para evitar su diseminación, especialmente entre bebés, embarazadas y personas inmunocomprometidas.
El cuadro clínico típico incluye fiebre, malestar general y una erupción pruriginosa que evoluciona desde manchas rojizas hasta ampollas con líquido, las cuales luego forman costras. Estas lesiones pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, incluyendo mucosas y zonas sensibles, lo que incrementa las molestias para los pacientes. Ante este escenario, el Ministerio enfatizó que los afectados deben permanecer en aislamiento domiciliario hasta que todas las lesiones hayan cicatrizado, condición que marca el fin del período de contagio.
Además, se alertó sobre posibles complicaciones, como infecciones bacterianas secundarias, neumonía o afectación del sistema nervioso, por lo que se recomienda consultar inmediatamente ante fiebre persistente, enrojecimiento ocular o signos de infección en la piel. En casos de alto riesgo, los profesionales pueden indicar tratamientos antivirales para reducir la severidad y duración de la enfermedad.
El brote ha puesto en evidencia la necesidad de reforzar las medidas de prevención, dado el carácter explosivo de los contagios en entornos cerrados, como escuelas o guarderías. Si bien la varicela suele ser benigna en niños sanos, su impacto en poblaciones vulnerables puede derivar en hospitalizaciones e incluso cuadros graves. Las autoridades insistieron en la responsabilidad colectiva: evitar el contacto con enfermos, ventilar ambientes y notificar síntomas de manera oportuna son acciones clave para frenar la transmisión.
Hasta el momento, no se ha anunciado una campaña de vacunación masiva -la inmunización contra la varicela no forma parte del calendario obligatorio en Argentina-, pero se evalúan estrategias focalizadas en función de la evolución epidemiológica.