La ruptura del bloque peronista por parte de tres legisladores de Catamarca reconfigura el mapa de poder en la Cámara. La Libertad Avanza y la oposición tradicional quedan empatados en 94 bancas, horas antes de la sesión clave que define autoridades y comisiones.
La Cámara de Diputados experimentó este martes un giro inesperado tras la decisión de tres legisladores catamarqueños de abandonar Unión por la Patria y conformar un bloque propio. El movimiento, impulsado desde la gobernación de Raúl Jalil, debilita al peronismo y deja a La Libertad Avanza (LLA) a un paso de convertirse en la primera minoría del cuerpo.
Los diputados Fernanda Ávila, Sebastián Nóblega y el electo Fernando Monguillot oficializaron su salida mediante una carta dirigida al presidente de la Cámara, Martín Menem, donde anunciaron la creación de “Elijo Catamarca”, que será presidido por Monguillot. Con esta fractura, el peronismo pierde cohesión en un momento crítico: la inminente sesión preparatoria en la que se renovarán autoridades y se repartirán las comisiones, el verdadero centro de poder legislativo.
La salida de los catamarqueños deja a Unión por la Patria y a LLA empatados en 94 bancas. Ese equilibrio abre un escenario favorable para el oficialismo: si un solo diputado más abandona el bloque peronista, LLA pasará automáticamente a ocupar la primera minoría, posición estratégica para presidir comisiones clave y condicionar la agenda parlamentaria.
La maniobra no sorprende del todo. En los últimos meses, Jalil había expresado diferencias públicas con la conducción del bloque que encabeza Germán Martínez y, en votaciones decisivas, optó por acompañar al gobierno nacional. Su llamado a “desconurbanizar” el peronismo fue leído como un mensaje directo hacia el kirchnerismo y un anticipo del quiebre.
El impacto interno fue atenuado por la decisión de la diputada Claudia Palladino, cercana a Cristina Kirchner, de permanecer en Unión por la Patria. Aun así, la fuga catamarqueña activó señales de alarma en el peronismo, donde se aceleraron negociaciones para evitar nuevas deserciones, con participación de gobernadores, La Cámpora y Sergio Massa.
Mientras tanto, en LLA creen que la fractura podría ser apenas el comienzo. Si más legisladores provinciales optan por bloques propios o posiciones autónomas, el oficialismo podría consolidar su predominio sin mayores acuerdos. La disputa por la primera minoría quedó abierta y entra en horas decisivas.
