Daniel González asumió la presidencia de la Cámara de Comercio de Ushuaia con un plan de modernización

El dirigente inicia su gestión 2025–2027 al frente de la Cámara de Comercio de Ushuaia con una agenda que apunta a modernizar la institución, fortalecer el entramado comercial y acompañar a emprendedores en un contexto económico desafiante.

La Cámara de Comercio y Otras Actividades Empresarias de Ushuaia renovó por completo sus autoridades y formalizó la asunción de Daniel González como presidente por el período 2025–2027, en un momento donde el sector privado transita uno de los ciclos más complejos de los últimos años. El dirigente —frecuente protagonista en la agenda económica provincial— llega con el desafío de reposicionar a la entidad como actor activo en el debate productivo y en la articulación con los distintos niveles de gobierno.

En la presentación de la nueva comisión directiva, González delineó un plan centrado en la modernización institucional, con especial foco en mejorar la infraestructura de la sede, ampliar los espacios de trabajo y profesionalizar los servicios que ofrece la Cámara a sus asociados. La propuesta incluye la remodelación del salón de usos múltiples para impulsar capacitaciones, actividades de formación y encuentros con comerciantes y emprendedores.

El nuevo presidente sostuvo que la entidad debe “acompañar las transformaciones que atraviesa el sector privado”, y remarcó la necesidad de avanzar hacia una Cámara “más abierta, dinámica y preparada” para ofrecer herramientas en tiempos de alta incertidumbre económica. Entre los ejes planteados aparecen la promoción de nuevos proyectos, el fortalecimiento de vínculos con pymes y emprendedores, y la articulación con instituciones educativas y técnicas para potenciar la empleabilidad local.

La renovación completa de autoridades marca, además, un giro generacional en la conducción del espacio. Voces internas valoraron que la nueva comisión priorice la continuidad del trabajo institucional, pero con una impronta más orientada a la gestión y al impacto territorial.

Para el sector comercial de Ushuaia —y, por extensión, para el ecosistema económico de toda la provincia—, la agenda que propone González abre un período de expectativas. La evolución de su plan de modernización será determinante para medir si la Cámara logra convertirse en un actor más competitivo y representativo frente a los desafíos del actual contexto económico, donde la caída del consumo, el aumento de costos operativos y la necesidad de reconversión tecnológica obligan a redoblar estrategias.

Con el inicio de su mandato, González queda frente a un reto central: transformar a la Cámara en una institución capaz de acompañar, contener y proyectar al comercio fueguino en un escenario que exige adaptabilidad y visión de futuro.