De la tradición panadera familiar al emprendimiento innovador, la trayectoria de María Celeste Fagioli une el oficio con la identidad fueguina en una marca de alfajores que cautivó al turismo.
La historia de María Celeste Fagioli es un viaje desde la tradición panadera familiar hasta la creación de un emprendimiento innovador que celebra los sabores de Tierra del Fuego. «Yo desde chica es que abollaba pan, rellenaba cosas. Y pastelera de oficio, porque lo aprendés ahí adentro», recuerda por FM Master’s sobre sus inicios.
Esta formación desembocó en la apertura de La Mallorquina en Río Grande en 2011, un proyecto que demandó años de esfuerzo coordinado entre Ushuaia y esa ciudad.
Con el negocio estabilizado, su espíritu inquieto la llevó a explorar nuevos rumbos. «Cuando me encontré que tenía más tiempo dije, bueno, ¿y ahora qué hacemos?». Así, durante la pandemia, se formó como máster destilera y comenzó a desarrollar un gin artesanal llamado Terra Australis.
Sin embargo, una observación cotidiana dio un giro a sus planes. «Surgió lo de los alfajores, porque es el regalo típico de toda persona que se va de vacaciones. El argentino regala alfajores. Y no veía en el mercado algo que nos representara», explica.
El proyecto de alfajores, bajo la misma marca Terra Australis, cobró vida propia y acelerada. «De golpe tuvo una recepción de la gente muy grande», señala Fagioli.
De tal forma, la dedicación fue total: «Empezamos cada vez a investigar cómo podemos optimizar la producción». Este crecimiento obligó a postergar temporalmente la destilería. «Quedó como ahí en latente, porque creció mucho este proyecto», admite.
La fórmula del éxito reside en la calidad y la identidad territorial. «Nosotros elaboramos nuestras propias tapas», destaca, diferenciándose de la industria. Además, investigaron para encontrar un dulce de leche distintivo e incorporaron sabores patagónicos como el calafate.
El packaging, diseñado por un artista local, es fundamental. «Trabajamos muchísimo con la imagen y el packaging. Las cajas que tenemos para Australis tienen un diseño muy lindo de la ciudad, distintos lugares emblemáticos», describe.
Con nuevos sabores en desarrollo y el gin esperando su momento, María Celeste Fagioli consolida un emprendimiento que nace del oficio y se reinventa con la mirada puesta en su tierra.



