La llegada de los primeros seis cazas F-16 Fighting Falcon marca el inicio de la modernización más relevante de la Fuerza Aérea Argentina en al menos cuatro décadas. Las aeronaves —cuatro biplaza F-16BM y dos monoplaza F-16AM— partieron el 28 de noviembre desde Vojens, Dinamarca, y su arribo está previsto para este 5 de diciembre. Son las primeras unidades de un acuerdo más amplio por 24 aviones que se entregarán de manera escalonada hasta 2028.
El paquete no incluye solo las aeronaves: suma motores adicionales, repuestos, simuladores de vuelo, pods de designación, cascos inteligentes y armamento aire-aire y aire-tierra. Para el Gobierno, se trata de un salto estratégico que devuelve al país capacidades que estaban inactivas desde la baja de los Mirage en 2015.
Un arribo con peso político y militar
La administración busca exhibir la llegada como un hito de gestión. La recepción oficial será en el Área Material Río Cuarto, en Córdoba, base que alojará el primer tramo del operativo. Para darle visibilidad pública, el 7 de diciembre está previsto un sobrevuelo de presentación sobre la Ciudad de Buenos Aires, con participación de los pilotos daneses encargados del ferry.
La Fuerza Aérea considera que la incorporación restituye capacidad real de defensa aérea: velocidad supersónica, radar moderno, armamento guiado y sistemas de guerra electrónica que hasta hoy no integraban la flota nacional.
Qué capacidades aportan los F-16
Los modelos adquiridos son F-16 A/B Block 15 con actualización MLU (Mid-Life Upgrade), estándar que los sitúa como cazas de “cuarta generación plus”. Entre sus prestaciones destacan:
Sistema fly-by-wire y maniobrabilidad superior gracias a su relación peso-empuje mayor a 1.
Misiles Sidewinder y AMRAAM, aptos para combate cercano y de alcance medio.
Pods de designación óptica e infrarroja para misiones aire-tierra.
Sistemas de guerra electrónica, chaff y flare para autodefensa.
Cabina modernizada con pantallas multifunción y cascos avanzados.
El acuerdo incluye soporte técnico y entrenamiento, clave para sostener la operatividad durante los próximos años.
Formación y despliegue en Tandil
En este primer traslado, los aviones son piloteados por tripulaciones danesas. En los asientos traseros viajan pilotos argentinos que comenzarán su adaptación inmediata. La VI Brigada Aérea de Tandil será el núcleo del entrenamiento y la sede operativa del escuadrón, donde ya funciona un centro de simulación específico para F-16.
La Fuerza Aérea estima que el sistema estará operativo desde enero de 2026, un plazo exigente para una plataforma de esta complejidad.
Una modernización con debates abiertos
Aunque la llegada de los F-16 es celebrada como un avance histórico, el programa también genera discusiones sobre costos, dependencia logística y prioridades dentro del presupuesto de defensa. Aun así, la incorporación coloca nuevamente a la Argentina en el mapa regional de la aviación de combate moderna y abre una etapa decisiva en su capacidad de disuasión y proyección operativa.



