En la quinta sesión del año, el Parlamento provincial sancionó una serie de leyes clave, entre ellas la cesión de áreas hidrocarburíferas a Terra Ignis. La votación ordenó el calendario legislativo, pero dejó sin responder interrogantes centrales sobre empleo, impacto fiscal, control ambiental y beneficios reales para la provincia.
¿Qué se votó y qué quedó fuera del debate?
La Legislatura de Tierra del Fuego cerró el año parlamentario con una sesión cargada de definiciones. En ese marco, se aprobó el traspaso de áreas hidrocarburíferas que estaban en manos de YPF a la empresa estatal Terra Ignis, junto con otros proyectos que reordenan aspectos fiscales y administrativos de la provincia.
La votación permitió al oficialismo mostrar capacidad de gestión y cerrar expedientes antes del receso. Sin embargo, más allá del resultado formal, la sesión dejó abiertas preguntas que trascienden el recinto y se instalan en la agenda pública.
¿La continuidad laboral quedó garantizada?
Uno de los principales argumentos para acelerar el tratamiento fue la necesidad de sostener el empleo en el sector hidrocarburífero. Pero la pregunta persiste: ¿la ley aprobada asegura estabilidad laboral de mediano y largo plazo o solo despeja incertidumbres inmediatas?
La ausencia de un esquema detallado sobre cómo se preservarán los puestos de trabajo, bajo qué condiciones y con qué controles, deja margen para dudas que el debate legislativo no terminó de despejar.
¿Qué impacto real tendrá en las cuentas públicas?
El traspaso fue presentado como una oportunidad financiera para la provincia, con ingresos inmediatos y mayor control sobre los recursos. Sin embargo, el impacto fiscal neto sigue siendo una incógnita para amplios sectores de la sociedad.
¿Cuánto se gana y cuánto se arriesga? ¿Cómo se absorberán los costos operativos, los pasivos ambientales y las obligaciones futuras? Son interrogantes que no quedaron claramente respondidos durante la sesión.
¿Más soberanía o más responsabilidades?
La decisión de avanzar con una empresa estatal como operadora abre otro debate de fondo: ¿está la provincia preparada técnica y financieramente para asumir un rol más activo en la explotación hidrocarburífera?
El concepto de soberanía energética aparece como bandera, pero viene acompañado de responsabilidades que exigirán gestión eficiente, controles rigurosos y transparencia sostenida en el tiempo.
¿Agenda cerrada o debate postergado?
Aunque la Legislatura dio por concluido su calendario anual, la discusión recién empieza fuera del recinto. El traspaso de áreas, la política energética, el cuidado ambiental y el destino de los recursos naturales seguirán siendo temas sensibles para la sociedad fueguina.
La sesión permitió votar. Lo que aún falta es responder si estas decisiones marcarán un verdadero punto de partida para el desarrollo provincial o si abrirán nuevos frentes de discusión que el debate político prefirió dejar para después.
